El mundo del vino es amplio y encantador. Cada botella te traslada al entorno donde fue concebido y entre más pruebo, más consciente me hago de la diferencia entre una y otra etiqueta, del compromiso con la calidad y la excelencia o de la influencia del clima y suelo en el resultado final.
Es una bendición tener acceso a tantos vinos y denominaciones. Poder probar incluso sin necesidad de viajar, porque Panamá es una puerta comercial increíble!
Hay más de 10,000 variedades de uva 🍇 entre de vinificación y de mesa. Si siempre compras la misma marca y la misma cepa, te estás perdiendo enriquecer tu cultura de vino porque esto es como la comida: no pides siempre hamburguesa; o sí?
Si quieres conocer el mundo del vino debes estar abierto y dispuesto a probar, probar y probar. Explorar diferentes bodegas de una misma zona, diferentes estilos en una misma cepa, diferentes países en una misma variedad, distintas categorías de precio para entender la diferencia pero en tu nariz y boca! No tengas miedo de cambiar porque te niegas la oportunidad de conocer cosas maravillosas.
Piensa en esto:
El tang resuelve, sabe a naranja es rico y fácil de preparar. Mezclas un polvo saborizado con agua y tienes una bebida dulce, rica y uniforme.
Un jugo de naranja nacional es más dispendioso de hacer. Necesitas un exprimidor; aunque sea manual, más esfuerzo y puede que hasta salga ácido. Sin embargo, la textura, el peso en la boca, el aroma y la experiencia es otra.
Si el jugo lo hacemos con naranjas valencianas o californianas, conseguirlas es más difícil, el costo es mayor, pero el color, los aromas y sabores son diferentes. Sigue siendo naranja, pero la complejidad aumenta.
Sí, ya sé que no podemos conseguir esas naranjas todo el tiempo, que son más caras, que da pereza hacer el jugo, pero al menos lo has probado y sabes que vale la pena.
Te puedo hacer el mismo ejemplo con un sancocho. Lo quieres?
Sigamos difundiendo y promoviendo la cultura del vino. Salud 🥂
Qué vino probaste en este fin de semana?
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