Partiendo de la premisa de que hay cientos de botellas queriendo llamar nuestra atención en una estantería, me gustaría ayudarte a interpretar esta carta de presentación de un vino.
Todo entra por los ojos y muchas veces nos vemos tentados a elegir un vino por su etiqueta. Ciertamente, es muy importante que la botella que vamos a poner sobre la mesa o que vamos a obsequiar, se vea bien. Necesitamos sentirnos orgullosos de nuestra compra y siendo que la mayoría de los consumidores desconocen sobre el tema y sabiendo el agobio y frustración que sienten al elegir una botella, pues muchas bodegas han optado por hacer presentaciones hermosas y llamativas para que caigamos redonditos ante estas botellas. El look es tan impresionante como diverso.
Ahora bien, ya pasada la efervescencia del momento y una vez que una botella ha cautivado nuestros ojos y ha caído en nuestras manos, las siguientes son informaciones básicas para entender lo que estás comprando:
1- La cepa o variedad. Es más fácil si entendemos lo que vamos a beber. Si la etiqueta menciona la uva (Merlot, Cabernet Sauvignon, Chardonnay, etc.) esto indica que se trata de un varietal; es decir, un vino de una sola uva. De acuerdo con la legislación y reglamentación de cada país, este vino puede ser 100% o tener mínimo un 75-85% de la uva mencionada en la etiqueta.
Para un consumidor es más fácil entender e identificar el vino que le gusta de acuerdo con la uva que está tomando. Es por esta razón que los vinos del Nuevo Mundo (Chile, Argentina, USA, Australia, Nueva Zelanda) identifican la uva en la etiqueta. Diferente al Viejo Mundo (Francia, Italia, España) donde los vinos identifican regiones que uno debe saber la(s) uva(s) que producen.
Ahora bien, si se trata de un blend o corte; es decir, una mezcla de uvas, la bodega puede decidir indicarlo en la etiqueta o, en algunos casos, en la contra etiqueta.
2- El origen. Si una etiqueta dice; por ejemplo, Chile, la uva puede provenir de cualquier área o territorio chileno donde se produzca uva. Entre más específica sea el área, mejor idea tendremos de la procedencia y calidad del vino, pues hay valles que destacan más que otros en la producción y cultivo de ciertas cepas. Cuidar el origen del vino, la esencia del territorio, la identidad; esto es lo que hay detrás de las denominaciones de origen y es precisamente algo valioso en el momento de evaluar un vino. Aunque el vino sea del mismo país y de la misma uva, puedes encontrar diferencias sorprendentes entre vinos.
En el caso de los vinos del Viejo Mundo (Francia, España e Italia), regularmente se maneja la AOC (Apelación de Origen), DO o DOC (Denominación de Origen Controlada) y de acuerdo con la región de la que proviene, el consumidor debe saber la composición de la mezcla. Por ejemplo, en la zona de Burdeos, Francia; por legislación solo se admiten 6 uvas tintas: Cabernet Sauvignon, Merlot, Cabernet Franc, Petit Verdot, Carmenere y Malbec (estos 2 últimos se usan muy poco). Del lado de Médoc (izquierda del río Garona) siempre predominará el Cabernet Sauvignon, del lado derecho; por ejemplo St. Emilion, el Merlot.
Un Chateneauf du Pape, al sur del Ródano, permite una mezcla de 13 variedades de uva, donde predomina la Grenache (Garnacha).
Un Rioja, al norte de España, contiene Tempranillo (en su mayoría), Garnacha, Graciano y Mazuelo. Ojo que también podemos encontrar Riojas blancos.
Un Chianti, uno de los vinos más conocidos y prestigiosos de Italia, tiene en su mayoría uva Sangiovese.
3- El año. El año se refiere a la fecha en que fue realizada la cosecha. En el caso del Hemisferio Norte; entre Julio y Octubre, y en el Hemisferio Sur; de Febrero a Mayo.
4- El nombre del vino generalmente tiene algún significado para la bodega. No necesariamente significa algo para el consumidor. Y el nombre de la bodega puede estar indicado en la etiqueta sobre todo en aquellos casos de familias y bodegas de larga tradición.
5- Crianza o añejamiento. Dependiendo del tiempo de guarda que ha tenido el vino; es decir, reposo en barricas de madera (roble americano o francés), chips de madera, tanques de acero inoxidable, tanques o huevos de cemento u hormigón, fudres, ánforas o botella, la etiqueta puede indicar si se trata de un: Roble, Crianza, Reserva, Gran Reserva o no decir nada!
Es importante resaltar que la crianza o tiempo de guarda varía de país a país y no se puede interpretar de la misma manera la palabra "Reserva" en todos los vinos del mundo. Lo que sí es claro es que tiene que ver con añejamiento.
También podemos encontrar Extra Brut o Brut Nature, Brut, Extra-dry, Demi-Sec o Dolce. cuando se refiere a espumantes y esto está ligado al contenido de azúcar del vino.
6- El %Alc. El porcentaje de alcohol de los vinos es variado pero ronda en el rango de los 10.5%-14.5%. Dependiendo del clima, procedencia, estilo de la bodega; entre otros, será más o menos alcohólico. Recuerda que debes hacer diferencia entre considerar un vino "fuerte" por su contenido de alcohol o por tu percepción de amargo o astringencia. Son sensaciones diferentes.
7- En cuanto a la contra etiqueta, las bodegas aprovechan para poner información adicional de la bodega, del proceso del vino o datos como temperatura de servicio o sugerencias de maridaje.
También es habitual; y en muchos casos reglamentado, encontrar la leyenda "contiene sulfitos". No te asustes! Este es un componente infaltable en la elaboración de los vinos. El anhídrido sulfuroso (SO2) juega un papel fundamental en la producción y calidad de vida de los vinos. Realiza funciones antioxidantes, antisépticas, desinfectantes y depuradoras del color, lo que convierte a esta molécula en una herramienta prácticamente imprescindible.
Para mayor información o si deseas aclarar alguna duda, escríbenos, pero eso sí, no dejes de disfrutar del vino. Salud!!!
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