Siguiendo en la línea de los colores, el mundo del vino es amplio y sorprendente. Hace un tiempo vi una serie donde una chica llegaba donde su amiga con una botella a ofrecerle que tomaran un vino naranja! La amiga abrió los ojos, tanto como yo y lo probó con curiosidad, pero sin ponerle mucha atención, pues tenía un gran problema encima. Pero yo quedé muy intrigada por la expresión y color del vino, pues no los conocía ni había visto ninguno en Panamá hasta la fecha.
El encanto de los vinos naranja precede su fama reciente por muchísimos años. Se trata de un método de elaboración antiquísimo que se puso nuevamente de moda en la primera década de este siglo.
El vino naranja no es ni blanco ni rosado ni tinto, es una categoría diferente.
Es un vino producido con uvas blancas, pero elaborado como vino tinto; es decir, dejando la cáscara de la uva en contacto con el mosto, lo que le transfiere esa coloración.
El proceso está ligado a la cultura de los vinos "naturales", a prácticas manuales primitivas y ancestrales. Procura no confundirte, pues nada tiene que ver con las naranjas. En un momento en que la industria vitivinícola está volcada a cuidar de la tierra y de sus prácticas de cultivo, asegurando sustentabilidad, respeto por la naturaleza, ya que el vino nace en el viñedo, cuidando la menor intervención de elementos externos a la uva tales como adición de levaduras seleccionadas o sulfitos, la utilización de filtros vegetales para clarificación atendiendo un llamado de los públicos "veganos", el éxito de la incorporación de la Biodinamia a la viticultura, etc. pues se ha rescatado este método milenario de elaboración que se remonta a la tierra de Eurasia (Georgia y Armenia entre Europa y Asia) hace cerca de 6,000 años.
El vino blanco es muy susceptible a la oxidación; por lo tanto, el hombre de la época buscaba y experimentaba diferentes técnicas para preservar los alimentos con lo que tenía a mano en su momento. Así, surgió la idea de macerar los vinos blancos con la piel o cáscara de las uvas. Este tiempo de maceración y contacto de los hollejos con el mosto, hace que los pigmentos que tienen, tiñan levemente el vino, otorgándole no solo una nota cobriza sino dándole cierta complejidad y estructura mayor al vino, pues tal como sucede con el vino tinto y a diferencia del vino blanco, hay extracción de taninos que le confieren mayor protección, permitiéndole alargar su vida útil.
El tiempo de maceración dependerá de la bodega y puede variar desde algunos días hasta meses y puede pasar después por crianza que puede realizarse en ánforas como los Qvevri típicos de la región de Georgia, barricas, toneles o tanques de acero inoxidable.
Es importante aprender y desaprender conceptos ligados al vino blanco y no dejarse llevar por la ilusión de los colores, pues las tonalidades que encontramos en estos vinos van del dorado al naranja intenso y nada tienen que ver con un defecto y sí con un estilo. Incluso, es común que los encuentres en botellas oscuras. Pero, hay que saber!
Cuando estamos acostumbrados a ver el amarillo pajizo del Pinot Grigio y de repente nos muestran una tonalidad naranja, la tentación de rechazar el vino está presente.
Encontramos producciones en zonas de Italia, Austria, Eslovenia y USA. Los italianos del norte, en la zona del Friuli, especializados en la producción de blancos (70% de sus vinos son blancos) desarrollaron un sistema de elaboración de vinos blancos con cáscara, específicamente con la uva Pinot Grigio y a estos vinos se les conoce con el nombre de "Ramato", por su color cobrizo, convirtiéndose también en la región por excelencia de vinos naranja. La clave está en la posición privilegiada de la región del Friuli: clima frío pero no excesivo, gracias a los Alpes que como un marco protegen esta región de los vientos fríos del norte de Europa y al mismo tiempo la influencia del Mar Adriático que todo el año le regala brisa y frescura.
En un proyecto que tomó unos 3 años, se juntaron la bodega Fantinel y la artista estadounidense de R&B Mary J. Blige, apasionada por los vinos, quienes colaboraron en conjunto para desarrollar vinos frescos y tan especiales como la música de la cantante.
"Después de caminar por los viñedos y degustar con la familia Fantinel, me sentí extremadamente conectada con el lugar y; lo que es más importante, con la gente", dice Blige. "La experiencia en la bodega me inspiró a crear mis propios vinos en asociación con Marco Fantinel". Y hoy podemos contar en Panamá con este vino.
La categoría de vinos naranja ofrece tanta variedad que resulta difícil pensar en que no vamos a encontrar algún vino con el que conectemos. Pueden ser claros o más oscuros, dependiendo de lo que desea ofrecer la bodega.
La temperatura de servicio de los vinos naranja está entre los 13-16°C y se benefician de la decantación, como cualquier otro vino. Son muy versátiles y agradables de acompañar con gran variedad de platos, pero aseguran que la grasa e intensidad está permitida. Quesos curados y semicurados, prosciutto, comidas especiadas, pescados azules y algunas carnes. Como te recomendaría con cualquier otro vino, guarda coherencia entre la intensidad del vino y la del alimento y su preparación.
Anímate a seguir probando vinos y cuéntanos tus experiencias. Quieres probar el "Ramato"? Escríbenos directo o pídelo por tu app especializada de vinos, WINEDER.
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